Así de simple.

por Sofia amanda

Te amo, y quiero que vuelvas aquí, que más puedo decir. Hoy dejo el orgullo de lado. Ya van muchas veces a repetir. Cuantas habrán sido ya, que no ha de creerse ni una de mis palabras. Balbuceo, corrijo, odio, pero te amo. Te cuidé cómo el mejor de mis tesoros, prometí dártelo todo, amanecer cada día en ti, volar entre sabanas, vivirte con amor. Pero no, sólo pude darte lo pude, lo que tenia, nada más. Fue poco lo sé, porque a veces, habían cosas más importantes que escucharnos, entendernos y abrazarnos.

¿Cuando fue la última vez que oímos nuestras voces reír? ¿Cuando fue nuestro ultimo beso real? ¿Cuando fue que realmente nos amamos? ¿Alguna vez lo hicimos de verdad? ¿Amamos de la forma en que debía de hacerse?

Quien diría no, un día así, odie tu presencia, pero quise tu estancia. Odié tus aventuras asquerosas buscando carne y demás, pero quise abrazarte. Odié que prefirieras el tiempo de otras mujeres, pero quise darte de nuevo, todo de mi, e ir hacia ti, preguntarte cómo estás, si lo has pasado bien. Si has conocido a alguien como yo.

Fue el mejor viaje de mi vida. La estancia más pacifica en un mundo con descaros. El escape de lo real para llegar al sueño perfecto. Te amo, que más puedo decir.

Gracias por hacer de mi historias, algo verdadero. Gracias también por creer en mí, viendo cada herida que tenía dentro. Gracias por acompañarme en cada momento, por entender mis defectos, por hacer de mí, una mujer.

 Da igual todo, aunque en éste momento estés lejos por hay, haciendo lo que yo odiaba, yo estoy acá, haciendo lo que amo.  Pero recuerda bien, que un día así como hoy, no te amé, no me amaste, no nos amamos. Fuimos sólo uno los dos.